XXVIII
Influencia del poema sinfónico en el desarrollo del nacionalismo
musical. Las impresiones sinfónicas. Noches en los Jardines
de España, de Falla
El poema sinfónico ha sido factor de considerable
importancia en el desarrollo del nacionalismo musical europeo. Hemos
dicho en otra ocasión que durante el siglo XIX, y la primera
mitad del XX, se han constituido numerosas escuelas nacionales, tanto
en Europa como en América. En cada país, los compositores
se han esforzado por crear un tipo de música original, basada
casi exclusivamente en el folklore patrio. Se ha formado así
un repertorio sumamente rico, el cual abarca desde la más modesta
canción o aire de danza hasta las obras de grandes proporciones,
todas más o menos inspiradas en la música típica
de un país o región determinados. Pues bien, si examinamos
todo este repertorio, podemos observar que gran parte de él está
constituido por obras de ese género especial que hemos denominado
poema sinfónico. Ello revela que dicho género de música,
por la libertad de formas que ofrece, es sin duda el que más
se presta para expresar todas las sutilezas y modalidades de la música
de tipo nacionalista. El cuadro de la sinfonía clásica,
con sus cuatro partes o movimientos, resulta acaso demasiado rígido
para aquellos compositores modernos que aspiran a cantar libremente
el alma de la patria. Lo que éstos se proponen es dar simplemente
una impresión musical bien sea de un paisaje, un cuadro, una
escena típicos. Con frecuencia, los compositores ni siquiera
llegan a escribir un verdadero poema sinfónico, ya que esta forma
requiere, como sabemos, un programa literario al cual se ajusta estrictamente
la música. Se limitan, por lo tanto, a componer simples cuadros
musicales del tipo llamado impresionista. Maestro en esta clase de impresiones
sinfónicas fue el moderno compositor francés Debussy.
Su influencia, así como la del notable grupo de compositores
rusos del siglo XIX, ha sido considerable sobre la producción
musical de los autores nacionalistas de estos últimos tiempos.
De todas las naciones de Europa, España es una de
las que más se ha destacado en el siglo XX por la riqueza de
su música nativa y el partido artístico que a ésta
han sabido sacarle los compositores hispanos. Hemos hablado en otras
ocasiones de la música española y comentado algunas interesantes
ilustraciones musicales, como La Procesión del Rocío,
de Turina, a través de las cuales hemos podido darnos cuenta
del interés folklórico que encierra dicha música,
para los compositores. En esta oportunidad vamos a comentar otra evocación
musical del paisaje español, realizada en forma de impresiones
sinfónicas. Nos referimos a la bellísima partitura de
Manuel de Falla titulada Noches en los jardines de España.
Estos nocturnos para orquesta, como los denomina Falla, constituyen
un magnífico ejemplo de lo que ha de entenderse por impresión
sinfónica en su concepto más moderno. Manuel de Falla
es el más glorioso representante de todo el movimiento musical
indigenista que comenzó en la tierra española a fines
del siglo XIX. Ha contribuido muy especialmente este gran compositor
al renacimiento del llamado cante jondo, ese canto admirable,
digno de ser purificado y ennoblecido musical y moralmente, como ha
dicho el mismo Falla. La materia temática en toda esta música
está basada en ritmos, modalidades, cadencias y formas inspiradas
en la canción o la danza andaluzas, pero dichos temas no están
tomados del folklore mismo, como hacen tantos otros compositores, ni
siquiera directamente imitadas, sino que constituyen una verdadera recreación
del genio inventivo y de la emoción populares, equivalente a
la que Chopin realizó en el dominio de la música polaca.
Es así como logra Falla evocar los más secretos matices
y las misteriosas profundidades de la emoción española
con una potencia y a la vez una sencillez de efectos singulares.
En Noches en los jardines de España, la música
evoca y sugiere la poesía de la España legendaria. Estrenados
en Londres en 1921, estos fascinadores nocturnos llegaron a ser considerados
por la crítica mundial de la época como lo mejor que se
había producido España en materia de música sinfónica.
La orquesta que emplea aquí Falla es muy numerosa y ofrece la
particularidad de que el compositor usa en ella el piano, no como instrumento
solista, sino como simple voz orquestal de poderosos recursos expresivos.
Consta la obra de tres partes o movimientos. El primero
de éstos se titula: En el Generalife y evoca la poesía
de los maravillosos jardines de este célebre castillo granadino.

Manuel de Falla, compositor español
(Cádiz, 1876 - Altagracia, Argentina, 1946)
Ejemplo musical:
(audio
disponible solo en la versión en CDROM)
Primer movimiento "En el Generalife",
de Noches en los jardines de España, de Manuel de Falla.
El segundo movimiento se denomina Danza lejana;
es un trozo musical poco desarrollado, construido sobre un ritmo de
tango, y el cual se enlaza con el último movimiento. Constituye
éste una evocación de los jardines de la sierra de Córdoba
y es un suntuoso cuadro musical, lleno de vida y de color. En tan poético
ambiente nocturno, animado por el bullicio y gitanería de una
zambra, se eleva de pronto una voz; es una copla, la saeta del cante
jondo andaluz, que lanza su grito apasionado. El canto de esta
copla le ha sido encomendado al piano. ¿Cómo pueden las
notas de este instrumento reemplazar con tanta elocuencia la voz de
la cantaora? He aquí un nuevo ejemplo de los raros milagros que
es capaz de realizar el artista de genio. La orgiástica fantasía
que es todo este movimiento alcanza al final una sorprendente intensidad,
la cual se resuelve en una gloriosa explosión.

Manuel de Falla, compositor español
(Cádiz, 1876 - Altagracia, Argentina, 1946)
Ejemplo musical:
(audio
disponible solo en la versión en CDROM)
Segundo movimiento "Danza lejana" y
tercer movimiento "Los jardines de la sierra de Córdoba"
de Noche en los jardines de España, de Manuel de Falla.
Notas
del Editor
Las fuentes de las diferentes citas que aparecen en este
trabajo no están indicadas en los originales.
Al utilizar parte de este material se agradece citar la
siguiente fuente:
Plaza, Juan Bautista: Escritos Completos.
Compilador y editor Felipe Sangiorgi. CDROM. Fundación Juan Bautista
Plaza, Caracas, 2004 |