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Historia de la Música

Juan Bautista Plaza

XXIV

FREDERIC
CHOPIN

Su vida
Su obra
Danzas
Piezas de Fantasía o Piezas de Forma Libre
Estudios
Sonatas
Obras para Piano y Orquesta
Otras Obras
Caracteres e influencias de la obra de Chopin

Su vida

Frederic Chopin nació en Zelazova-Wola (cerca de Varsovia, Polonia) en 1810; murió en París en 1849. Su padre era de origen francés; su madre era polaca. Hizo sus primeros estudios musicales en su país natal; a los 9 años se le consideraba como niño prodigio; a esa edad ya ejecutaba el piano con sorprendente habilidad. Hasta los 17 años permaneció en su país; una vez terminados sus estudios comenzó a viajar por Europa. En Viena dio dos conciertos con enorme éxito. Luego regresó a Polonia y, en 1830, poco antes de la insurrección de su país, abandonó definitivamente la patria y se radicó en París. Para esa época era ya un virtuoso consumado. En la gran capital francesa frecuentó especialmente los salones aristocráticos. Pronto supo granjearse la amistad de amigos tales como Liszt, Berlioz, el poeta Heine y otros. Aquel escogido grupo de artistas lo comprendió y admiró sinceramente. A medida que su fama crecía, su vida iba llenándose de complicaciones de toda índole. Comenzó a flaquear su salud; se manifestaron los primeros síntomas de la tuberculosis que debía llevarlo a la tumba pocos años más tarde. A los sufrimientos físicos se agregaron las penas morales provenientes de sus infortunios amorosos. Se había enamorado apasionadamente de la célebre novelista francesa conocida bajo el seudónimo de George Sand, y aunque esta extraña mujer se mostró al principio benévola para con él, terminó al cabo de diez años por abandonarlo, haciéndole sufrir cruelmente. En 1839, en compañía de George Sand, hizo Chopin un viaje a las Islas Baleares con el propósito de recobrar la salud. Al año siguiente regresó a Francia sin haber mejorado, antes por el contrario, su mal progresaba día por día. Chopin, no obstante, seguía componiendo y dando de vez en cuando un concierto, siempre con inmenso éxito. Mientras duraron sus relaciones con George Sand, o sea hasta 1847, su vida transcurrió entre París y Nonant, pequeña aldea francesa en la que había fijado la novelista su residencia veraniega. A partir del citado año su actividad disminuyó considerablemente. El mismo año de su muerte tuvo, no obstante, valor para realizar una gira por Inglaterra, pero pronto regresó extenuado a París. Rodeado de su hermana y de pocos amigos, falleció el 17 de octubre de 1849. Su corazón fue trasladado a Varsovia, donde se conserva en la iglesia de la Santa Cruz.

Su obra

Chopin fue exclusivamente pianista. Sus numerosas composiciones para este instrumento pueden clasificarse en los grupos siguientes:

1.- Danzas, que comprenden Polonesas, Mazurkas y Valses;
2.- Piezas de Fantasía o Piezas de Forma Libre, como son: los Preludios, los Nocturnos, las Baladas, los Impromptus, los Scherzos y otras de menor importancia;
3.- Estudios;
4.- Sonatas;
5.- Obras para Piano y Orquesta;
6.- Otras Obras.

Danzas

a) Mazurkas. Son piezas inspiradas en melodías y ritmos de su tierra nativa. Chopin ennoblece esta danza nacional, agrandando sus proporciones y variando su ritmo fundamental de cien maneras diferentes; les comunica su alma de poeta, logrando a veces convertir una simple mazurka en una verdadera pintura regional, llena de colorido y de emoción. Dejó escritas 56 mazurkas, en muchas de las cuales se observa una riqueza de modulaciones y ciertas audacias armónicas sin precedente.

b) Polonesas. Son obras más decorativas, más importantes y de más firme arquitectura que las mazurkas. Lo mismo que éstas, se inspiran en una típica danza nacional de carácter viril. El sentimiento en cierto modo bélico que las inspira es tanto más exaltado cuanto que Chopin se hallaba ausente de su patria en momentos en que ésta atravesaba por una catastrófica situación política. Las polonesas deben contarse entre las obras más notables y originales de Chopin. Compuso 12, la mayoría de las cuales son de una gran dificultad de ejecución.

c) Valses. Los 15 valses de Chopin son finas y elegantes piezas de salón, verdaderas estilizaciones de ese conocido aire de danza que ha sido tratado por casi todos los compositores del siglo XIX. En este género ligero Chopin es de una gran originalidad. Algunos de estos valses son largos y desarrollados; otros, como el conocido Vals-minuto, muy breves.

Piezas de Fantasía o Piezas de Forma Libre

a) Preludios. Compuestos casi todos en el claustro de Valdemosa, durante la permanencia de Chopin en las Islas Baleares, forman una serie de 24, más uno independiente. Dicha colección de piezas, breves en su mayoría, es una de las obras maestras de Chopin. Su forma es muy libre, su expresión muy intensa. Cada uno de ellos parece traducir el particular estado de ánimo del compositor en el momento en que los escribió. La profunda -y a veces morbosa- sensibilidad del delicado artista se exterioriza en aquellas páginas.

b) Nocturnos. Este género había sido anteriormente tratado por el compositor irlandés John Field en una forma muy sencilla. Chopin se vale del Nocturno, como del Preludio, para cantar sus intimas nostalgias. Es lo más romántico de su producción. Algunos son profundamente tristes, otros, de un gran lirismo. Aunque se les ha criticado su sentimentalismo excesivo, hay que reconocer, sin embargo, que son de una gran belleza y originalidad. Suman en total 19.

c) Baladas. Chopin Compuso 4 Baladas. Estas obras, que toman su nombre genérico de un tipo especial de poesía, son de estilo patético y de muy difícil ejecución. Es en ellas donde mejor puede apreciarse el típico carácter ornamental de la melodía chopiniana. Su contenido es dramático, sus dimensiones variables y su estilo muy libre.

d) Impromptus, en número de 4, y los Scherzos  también en número de cuatro, son piezas de mucha fantasía y de gran virtuosismo pianístico. En ellos, como en los Estudios y las Polonesas, se revela el aspecto fogoso de Chopin.

Estudios

Los estudios para piano de Cramer, Clementi, etc., anteriores a los de Chopin, por la intención puramente didáctica que los inspira, no ofrecen casi nunca un verdadero interés musical. Chopin transforma estos simples ejercicios en obras intensamente expresivas, aún manteniéndolas siempre dentro de los límites de un plan sabiamente preestablecido con fines pedagógicos. Sus Estudios son verdaderos poemas sonoros y pueden considerarse como lo más trascendental de su producción en materia de técnica pianística. Los Estudios (27 en total), están agrupados en dos colecciones (opus 10 y opus 25) de a 12 estudios cada una, más tres estudios independientes.

Sonatas

El temperamento romántico de Chopin se amoldaba difícilmente a las grandes formas clásicas. Ello explica por qué sus Sonatas, en número de tres, si bien contienen temas melódicos de gran belleza, presentan ciertas lagunas en sus desarrollos. El excesivo virtuosismo daña a la claridad del plan general. Pueden considerarse como un producto híbrido de los estilos clásico y romántico.

Obras para Piano y Orquesta

Las principales son: Krakowiak, gran rondó, una de sus primeras obras (de poca importancia), una gran Polonesa brillante y dos Conciertos. Estos últimos, aun cuando son interesantes, resultan inferiores a las obras para piano solo. La orquestación de Chopin es pobre y su fantasía creadora, como sucede en las Sonatas, Se pierde en los desarrollos temáticos de gran extensión, los cuales no tienen más interés que el de su extraordinario virtuosismo pianístico.

Otras Obras

A las obras anteriores hay que agregar: la magnífica Fantasía en Fa menor opus 49, la Berceuse opus 57 y la Barcarola opus 60, todas para piano solo. También compuso, un Trío para piano, violín y violoncello y una Sonata para violoncello y piano, obras de menor significación e importancia como Variaciones y Rondós, así como una serie de 17 Canciones polacas para canto y piano.

Caracteres e influencias de la obra de Chopin

Chopin ha sido llamado el poeta del piano. Con él comienza la era del virtuosismo pianístico. El piano, por obra suya, adquiere importancia extraordinaria, una independencia y un poder expresivo inauditos. Su técnica es sumamente personal; gracias a ella obtiene efectos absolutamente nuevos. La melodía de Chopin es por lo general muy ornamentada, pero esa ornamentación ofrece la particularidad de no figurar nunca como cosa superflua (como ocurre con las melodías de Liszt, por ejemplo), sino que parece emanar de la misma esencia temática. Su armonía es también de una riqueza sorprendente; tiene un talento especial para modular, así como para usar en forma original el cromatismo. En cuanto al elemento rítmico de su música, alcanza una variedad y una elasticidad verdaderamente excepcionales. A ello contribuye en buena parte el llamado tempo rubato que con frecuencia emplea y que le comunica un sello tan peculiar a toda la producción chopiniana. Chopin, es, por otra parte, el primer compositor que ha sabido llevar al piano la música popular de su país, elevándola a la categoría de arte. Su influencia se ha manifestado principalmente en la técnica pianística de todos sus contemporáneos y sucesores, desde Liszt hasta nuestros días.

 

Notas del Editor

Las fuentes de las diferentes citas que aparecen en este trabajo no están indicadas en los originales.

 

Al utilizar parte de este material se agradece citar la siguiente fuente:

Plaza, Juan Bautista: Escritos Completos. Compilador y editor Felipe Sangiorgi. CDROM. Fundación Juan Bautista Plaza, Caracas, 2004

 
 
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