XV
El título de las obras musicales. Formas
libres: Toccata, Capricho, Fantasía,
Impromptu
Seguramente a muchas personas les habrá llamado la atención
alguna vez la gran variedad de nombres o de títulos que ostentan las
piezas musicales. Sería muy interesante averiguar qué relación existe
entre esos títulos y la clase de música que a cada uno de ellos corresponde,
En torno de este interesante tema quisiera hacer algunas consideraciones.
En términos generales, podemos decir que hay dos maneras
de titular una pieza musical. En el primer caso el compositor se limita
a indicar, sencillamente, el nombre genérico asignado, por tradición,
a la forma musical de la pieza que él ha compuesto. Es lo que sucede,
por ejemplo, cuando el compositor dice: he compuesto un vals, un aria,
una sonata, una ópera, etc. Cada uno de estos nombres designa cierta
clase de música especial, compuesta de acuerdo con ciertas reglas que
se aprenden en los tratados de forma o de composición musical. Esta
categoría de títulos, como bien se comprende, guarda una relación muy
estrecha con la clase de música correspondiente. Quiero decir que si
se nos invita a escuchar un vals —siempre que conozcamos de antemano
cómo es la música de los valses—, sabremos que lo que vamos a oír es
una pieza de baile que se distingue de las demás clases de música, por
tales o cuales características inconfundibles. Y lo mismo sucede si
se nos dice que vamos a escuchar una canción, una ópera, una suite,
un poema sinfónico, etc. A la segunda categoría de títulos pertenecen,
en cambio, todos aquellos que no guardan una estrecha relación con la
forma de las piezas musicales que designan.
Estos son, hasta cierto punto, títulos agregados, títulos
secundarios, los cuales, en rigor, podrían ser sustituidos por otros
sin mayor inconveniente. Así, una pieza que se llame, por ejemplo, “Margarita”,
no nos indica en absoluto si se trata de un vals, de una canción o si
es el titulo de alguna ópera. Claro está, que un vals que se llame “Margarita”,
podría muy bien llamarse de cualquier otra manera sin dejar por ello
de seguir siendo un vals. Tales títulos son, pues, accesorios, si bien
en muchos casos desempeñan un papel importante para la comprensión de
ciertas obras de índole especial. Cuando la obra es de género imitativo
o evocativo, un título adecuado resulta hasta cierto punto indispensable.
Es lo que sucede con la pieza de Rameau titulada “La gallina”. Este
título no nos indica si dicha pieza es una gavota, un rondó o una sonatina,
pero sí que el tema musical que desarrolla es una humorística imitación
del cacareo de la gallina; lo cual, por lo tanto, implica que titular
aquella pieza de cualquier otra manera seria ciertamente arbitrario.
Es, pues, un caso muy distinto, al del vals titulado “Margarita.”. Sugiero
oír de nuevo en este momento esa composición a la que me referí en anterior
oportunidad.[1]

Jean Phillippe Rameau, compositor, clavecinista y teórico francés (Dijon,
1683 - París, 1764)
Ejemplo musical:
(audio
disponible solo en la versión en CDROM)
La gallina. Rameau.
Entre las composiciones modernas, podemos hallar muchos
ejemplos de títulos muy sugestivos y ciertamente necesarios a la buena
comprensión de la obra, o por lo menos de la intención que tuvo el músico
al componerla o de lo que constituyó el punto de partida de su inspiración.
De esta clase de obras hablaré especialmente en otra ocasión. Hoy quiero
referirme más bien a ciertas composiciones cuyos títulos pueden ser
clasificados entre los de la primera categoría, esto es, aquellos que
indican de manera precisa la forma musical de las piezas que ostentan
dichos títulos. Refiriéndome únicamente a la música instrumental, sucede,
como dije anteriormente, que hay multitud de formas diferentes dentro
de esta categoría de música. A veces se trata de música de danza o de
baile y entonces las piezas toman el nombre genérico dado tradicionalmente
a estos aires de danzas: minuet, zarabanda, polka, bolero, etc... Pero
otras veces se trata de música que no pertenece a la categoría de las
danzas, ni tampoco a la de las canciones, porque es, como digo, música
instrumental pura. ¿Qué han hecho entonces los compositores para designar
esta clase de obras? Es muy curioso averiguar esto. El hecho de que
una pieza instrumental ha de ser tocada en un instrumento, dio motivo
a que algunas veces se designara dicha pieza con el nombre de toccata,
palabra italiana que deriva del verbo tocar. Esto sucedió sobre todo
con las piezas que se tocaban en los instrumentos de teclado: órgano
o clavecín. Al tratarse de la ejecución en el violín y demás instrumentos
de arco, los italianos dicen más bien: suonare. De este verbo sonar
derivó la palabra sonata, así como del verbo cantar, derivó cantata.
Como se ve, estos vocablos provienen de verbos que indican la acción
del ejecutante, que interpreta una pieza de música, valiéndose de un
instrumento musical. En principio, las palabras sonata o toccata no
indican, pues, ninguna pieza de forma especial; sólo indican que es
una pieza que se toca o que se hace sonar. Pero con el tiempo estos
títulos, un tanto vagos, han pasado a designar piezas de una forma determinada.
Otras veces los nombres que llevan algunas composiciones
provienen de ciertos caracteres propios del arte musical. La música,
por ejemplo, es el arte que mejor se presta a la improvisación. Casi
todos los organistas y muchos grandes pianistas del pasado han sido
grandes improvisadores. La improvisación, como es natural, suele tener
algo de caprichoso; el artista, sin prescindir del todo de las reglas
pautadas por el arte de la composición, sigue, sin embargo, con relativa
libertad, la fantasía de su inspiración cuando improvisa. Las obras
creadas en tales circunstancias tienen, pues, un estilo más libre, más
caprichoso y rico de fantasía. De allí provienen los nombres de capricho,
fantasía o impromptu, que suele dársele como título a esta clase de
piezas de forma más o menos libre. Algunas veces también, como sucede
en ciertas composiciones de Bach, estas piezas llevan el nombre de invenciones.
Muchos otros factores intervienen para establecer la nomenclatura
de las composiciones musicales. De éstos hablaré en otra oportunidad.
Por hoy voy a limitarme al grupo de piezas a que he hecho referencia.
Ahora conviene que oigamos algunos ejemplos musicales relativos a dicho
género de piezas. Tomemos, en primer lugar, dos toccatas: una antigua
y otra moderna. Son absolutamente diferentes de estilo, pues la una
es de Scarlatti, para clavecín, y la otra es de Debussy, para piano.
Y conviene que así sea, pues a pesar de tan marcadas diferencias de
estilo, podremos observar cómo ambas obras conservan su carácter de
toccatas, esto es, de piezas en las que predomina cierta vivacidad de
ritmo y en la que abundan pasajes de rápida ejecución, como si el artista
no tuviera otro propósito que el de sentarse despreocupadamente a tocar
ante su instrumento, haciendo gala de su habilidad de ejecutante y de
sus dotes de improvisador. Esta forma libre, esta soltura en la ejecución
es lo que caracteriza la toccata antigua y la moderna, a pesar de las
diferencias de estilo que reviste la expresión musical según las épocas,
a través de la historia.
Alessandro Scarlatti fue un famoso compositor italiano cuya
obra se desarrolló casi toda a principios del siglo XVIII. La breve Toccata suya a que me refiero, fue compuesta, pues, hace algo
más de dos siglos. Como muchas de las toccatas de aquel tiempo, figura
ésta como introducción o preludio a una fuga.

Alessandro Scarlatti, compositor italiano
(Palermo, 1660 - Napoles, 1725)
Ejemplo musical:
(audio
disponible solo en la versión en CDROM)
Toccata y fuga, de Alessandro Scarlatti.
La Toccata de Claude Debussy que paso a comentar
es, como dije, para piano. Fue compuesta en 1901 y constituye uno de
los ejemplos más hermosos que existen de toccata moderna. Características
de esta obra son también su vivacidad, la variedad de sus ritmos y la
libertad de su forma. Naturalmente, la sonoridad del piano, tan distinta
a la del viejo clavecín, contribuye a darle mayor realce al carácter
virtuosístico de la toccata.

Claude Debussy, compositor francés
(Saint-Germain-En-Laye, 1862 - París, 1918)
Ejemplo musical:
(audio
disponible solo en la versión en CDROM)
Toccata y fuga, de Claude Debussy.
Ahora pasemos a oír un capriccio de Domenico Scarlatti,
quien fue digno hijo de Alessandro, el autor de la Toccata de
que traté anteriormente. Muchos conocerán seguramente este capriccio,
por ser una de las obras de Domenico Scarlatti que más suelen ejercitarse.
No encontraremos aquí tantos pasajes rápidos y brillantes como los que
figuran en las toccatas, pero sí una forma bastante libre con aspecto
de ser un poco improvisada, un poco sujeta, justamente, al buen capricho
del compositor. Es indudable, por otra parte, que los ritmos propios
de la música de danza han tenido alguna influencia en la elaboración
de esta pieza.

Domenico Scarlatti, compositor italiano
(Nápoles, 1685 - Madrid, 1725)
Ejemplo musical:
(audio
disponible solo en la versión en CDROM)
Capriccio, de Domenico Scarlatti.
Como hicimos en las toccatas, pasemos ahora a escuchar otro
capricho de autor moderno. El gracioso Capricho en Si Menor de
Brahms, cuya composición data entre 1871 y 1878. Vamos a observar aquí
nuevos contrastes de estilo, mas no por ello deja de ser esta otra pieza
un verdadero capricho lo mismo que el de Scarlatti.

Johannes Brahms, pianista y compositor alemán
(Hamburgo, 1833 - Viena, 1897)
Ejemplo musical:
(audio
disponible solo en la versión en CDROM)
Capricho en Si menor, de Johannes Brahms.
El carácter de improvisación de este género de piezas se
pone también muy de manifiesto en algunas composiciones de Chopin, que
él por eso mismo ha denominado impromptus. Uno de estos célebres impromptus
del gran compositor polaco es el Impromptu en La bemol, tan elegante,
tan espontáneo, sobre todo en su parte central, donde a manera de contraste,
introduce Chopin una de esas expresivas melodías suyas, típicamente
románticas.
De esta manera terminaremos por hoy estos breves análisis
sobre algunas de las formas de composición instrumental más interesantes
que existen, o en todo caso de las más típicas y verdaderamente instrumentales.
El arte de la improvisación, del cual estas formas han derivado, tiende,
por desgracia, a desaparecer cada día más.

Frédéric Chopin, pianista y compositor polaco
(Varsovia, 1810 - París, 1849)
Ejemplo musical:
(audio
disponible solo en la versión en CDROM)
Impromptu en La bemol, de Frédéric Chopin.
Notas
del Editor
Las fuentes de las diferentes citas que aparecen en este
trabajo no están indicadas en los originales.
1.- La poule (La gallina) es una obra
original para clavecín. El propio Rameau realizó una transcripción de
esta obra para sexteto de cuerdas y la incluyó como primer movimiento
de su Sexto Concierto para Sexteto. El efecto de imitación del
cacareo de la gallina que Plaza describe en su texto puede apreciarse
igualmente en la versión para cuerdas que aquí se presenta. Si se desea,
al principio de la lección Nº 9 se puede escuchar una versión para piano
que se asejema más a la versión original para clavecín. [Regresar]
Al utilizar parte de este material se agradece citar la
siguiente fuente:
Plaza, Juan Bautista: Escritos Completos.
Compilador y editor Felipe Sangiorgi. CDROM. Fundación Juan Bautista
Plaza, Caracas, 2004 |